viernes, 28 de septiembre de 2012

Ciclismo urbano

Hacía tiempo que quería abrir un blog, mas nunca tuve un buen tema que me permitiera escribir de forma semanal. Al comenzar este, me enfoque en mi nueva afición de tener una bici portable y transportarme en distancias largas, haciendo uso del Metro de Caracas. Ahora, con poco mas de un mes y varias entradas escritas, mas no todas publicadas, he descubierto que tan grande es el fenómeno del llamado Ciclismo Urbano. Bien, en verdad que hay para todo y para todos, desde el tipo de bicicleta que adquirir, modelos, indumentaria, apariencia, utilización del casco, etc. Aunque, no quiero indagar mucho en el tema del casco, solo puedo decir que soy partidiario de utilizarlo. Al menos, en lo cotidiano.
Mi bici y yo hemos tenido excelentes experiencias, es inexplicable, hasta que lo vives, la experiencia de manejar la bici al trabajo o mejor dicho como medio de transporte cotidiano. Además, en el caso particular, tiene una dificultad extra, que es sobrevivir de las imprudencias de los venezolanos tras el volante, sin excepción del tipo de vehículo.
Quienes han adoptado el ciclismo urbano como religión (llamemoslo así), entienden que aún faltan ciertas condiciones para hacernos la vida mas fácil, por decir alguno, el caso de los sitios dispuestos para estacionar la bicicleta (al menos).
De la misma manera, requerimos de parte de los conductores, un poco de respeto. Así, como nosotros los ciclistas, los respetamos a ellos y a las señales de tránsito.
Con o sin condiciones, este fenómeno está creciendo, tiene tiempo gestándose y facilmente puede ser adoptado como forma de vida, como una nueva rutina, que libere de las viejas costumbres y hábitos. Como uno de los mas nuevos miembros de esta comunidad urbana veo un gran potencial, por muchas dificultades que pueda tener la capital,  y si bien, las calles están abarrotadas de imprudentes tras el volante, aún hay mucho espacio para incurrir como ciclistas y eventualmente, institucionalizar el ciclismo urbano en Caracas. 

viernes, 21 de septiembre de 2012

¡Pedaleando al trabajo!

Estrenando esta categoría, esta semana, les muestro una ruta que pienso utilizar con frecuencia para el trabajo, claro está, cuando las condiciones me lo permitan. Se trata de, El Silencio- La Castellana.
Esta ruta no resulta complicada, la Urdaneta prácticamente te lleva solo, al menos desde la Av. Norte 4 (subiendo por el Ministerio de Relaciones Exteriores) hasta el elevado sobre la Av. Vollmer.
Siempre resulta complicado esquivar a los autobuses, pero con calma y paciencia se supera sin inconvenientes. Luego, después del elevado que empalma con la Av. Andrés Bello, bajas por el C.C. Expropiado (Av. Norte 17) y buscas rodear Parque Caracas para tomar la Av. Oeste 2, vía el Bulevar Amador Bendayan. A consejo de un amigo ciclista, es mejor tomar esta vía, que buscar la Libertador, desde la Andrés Bello, bajando por el mercado Guaicaipuro, frente a la Sinagoga (es extremo).
Pasado el bulevar, toca ir hacia la Plaza Venezuela, tomas el elevado después de la redoma (le tenía cierto respeto, pero lo superé sin problemas y sin sudar) y llegas a la fuente para ir por la Casanova. 
El tráfico en los alrededores de la plaza puede resultar incómodo por el trabajo que están haciendo cerca del guaire, sin embargo, luego de superar la intersección de la Casanova con las otras avenidas, el paseo se hace ameno.
Conectar por la Av. Tamanaco y subí por la  Av. Naiguatá. Pasar por Campo Alegre es super tranquilo y como para que no llegues muy fresquito a tu trabajo se viene unas subidas (Sentido Norte) que no le hacen mal a nadie. Una vez alcanzada la Av. Blandín aprovechas para ir disipando con el aire el sudor que evidentemente te dejo el paseo. 
Les dejo el mapa, con la ruta, el Endomondo a veces se equivoca y pierde la misma, pero ya con la descripción y los detalles creo que es suficiente.
Nota: me desvié un poco de la ruta para ir por el desayuno en la panadería Aída, altamente recomendada.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Esas cosas que no se olvidan

Mi más antiguo recuerdo sobre la bicicleta se remonta a unos 18 años atrás. Mi primera bicicleta, la cual todavía recuerdo con mucha ilusión, me la regalaron mis padres. Recuerdo esa mañana de un 25 de diciembre, estaba ahí en la sala, iluminada de una misteriosa vanidad, sin saber lo que le había costado a mis padres armarla toda la noche. Mi contacto con ella no fue amor a primera vista, me costo aprender, por flojera o por que se me hacía difícil mantener el equilibrio, no lo sé. Pasaron unos cuantos años, para que aprendiera y pasó cuando mi mamá intentaba enseñarle a una de mis hermanas menores, pues resultó que quien salió pedaleando fui yo.

Mi bicicleta era amarilla, rin 16,con unos cobertores de plástico decorativos que cubrían el volante y el cuadro, típicos de la época, y un olor característico que me hace recordarla vívidamente. Aún la recuerdo como la mejor bicicleta de todas. Ignoraba sus limitaciones, pero era la mejor, por la alegría y sensación de felicidad que me brindaba, me cansé de buscar todas las pendientes posibles para retar a la velocidad y sin ningún tipo de precaución, sentir toda la velocidad que mi bicicleta me brindase. Que buen recuerdo este. También recuerdo las veces que me caí y que ahora cuando manejo mi nueva bicicleta nueva recuerdo lo que no debo hacer, ese tipo de cosas, tampoco se olvida. La destreza que aprendí hace tantos años, nunca lo olvidé, así como los golpes que te das en la bicicleta, o eso que llamamos lecciones aprendidas. Desearía tenerla, para conservarla como parte de mi niñez, estará siempre en mi mente y la recordaré cada vez que maneje una. Es que precisamente, esa sensación, es la que emociona, la que te invita a retar las incertidumbres de la ciudad,  liberarte de todo, ir dejando atrás los prejuicios y las viejas costumbres, una simbiosis entre el hombre, la bicicleta y el asfalto, cada vez que pedaleo recuerdo lo feliz que fui cuando era niño y lo feliz que me hace ahora.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿Problemas con el tráfico?

Hoy les quiero presentar un video, está en inglés y te tomara 20minutos verlos mas el tiempo que tarde tu conexión en cargarlo. Además de estar muy bien hecho, en mi humilde opinión, muestra que, la problemática del ciclismo urbano, no tiene absolutamente nada que ver con el "desarrollo" de un país. Les recomiendo MUCHO este video, la verdad es que lo van a disfrutar.

¿Cuantos de nosotros asociamos Europa, como continente como el paraíso de las bicicletas? ¿Ese problema de la institución vehicular no es propio de Venezuela. Me incluyo en el clan de los que estamos muy errados.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Rompiendo los paradigmas

Han sido 3 días de pedaleo intenso, bueno, no tan intenso. Lo que no había hecho en tres (3) semanas lo triplique estos últimos días donde lo que mas destaca fue la primera vez al trabajo en la bici.
Día 1:
Suena sencillo decir, me voy en la bici al trabajo y puede llegar a serlo. Solo se requieren las condiciones, las herramientas y la disposición, claro y que el clima esté de tu lado. Mi recorrido, desde el Silencio hasta la Castellana, vía la Av. Urdaneta. A pesar de, lo que pudiese haber inferido, la Av Urdaneta me trató bastante bien, además, era temprano, había poco tráfico y tenía tiempo de sobra, por lo que ir despacio era los mas conveniente. Así como salí, llegue, tranquilo, sin sobresaltos, pero mi mente estaba en la hora de la salida, cuando llegase el momento de volver a pedalear. A la hora de la salida el plan estaba claro, no me iba a quedar en mi casa estos dos (2) días así que tenía la ventaja de dormir en casa de un familiar, por lo que aproveche para salir a pedalear. La tarde fue mas difícil, aquella imagen de tranquilidad que me había quedado de la mañana del mismo día se esfumó, me insultaron los carros, motorizados y mas motorizados, incluyendo un "Las bicicletas para otro lado" en tono despectivo. Realmente, los motorizados deberían tener un espacio aparte, muy en las afueras de toda población. A pesar de, disfrute mucho ambos paseos, cada uno de su forma particular.
Entiendo perfectamente que esto de estar en el tráfico, a veces puede llegar a ser asfixiante, agradezco mucho que el volante de mi bici sea corto y permita maniobrar con mayor facilidad. Estaba agotado. Total del día 25km.

Día 2:
Que impactante es salir de casa y llegar a la oficina en menos de 10 minutos, incluyendo la compra del desayuno. Aún no me lo creo.
Al igual que el día anterior, una buena parte del tiempo lo pasé conversando sobre la bicicleta. En especial, donde la podían comprar. Creo que debí plantear este blog de una manera diferente(jeje). Para la tarde, después de hablar casi todo el día sobre mis recientes aventuras, tenía pensado una ruta, parecida a la del día anterior, que debí cambiar por que en verdad acumulaba los 25 Km del día anterior y estaba levemente cansado. Así pues, decidí no ir tan lejos.
El paseo iba a ser suave, pero, las pendientes y el clima tenían otro plan. La ruta que definí, tenía mas subidas de lo que yo esperaba, lo que resultó en mayor esfuerzo, además, de regreso amenazó con llover por lo que mi "sprint" tuvo que aparecer cuando no estaba en los planes, resultado, mayor esfuerzo para mí. Finalmente fueron 15km más. Ya mis cuadriceps se estaban quejando.

Día 3:
Día lluvioso, tocaba biciescuela y quería asistir para participar en esta iniciativa que me parece sumamente interesante. La lluvia arruinaría un poco la sesión. Puedo decir que me estrené como ciclista urbano, ni la lluvia, el asfalto mojado ni el cansancio me impidió ir. A pesar de que no se pudo efectuar con la dinámica acostumbrada pude conocer algunos compañeros ciclistas y como siempre, hablar de la bici plegable que tantas dudas genera. Hasta la UCV fueron 6km+barro+charcos+cansancio.
De regreso, aún amenazado por la lluvia fueron 7km más, adicional a mas lluvia, esta vez acompañado y por una ruta que no había tomado antes, que me habían recomendado en múltiples oportunidades, el Bulevar Amador Bendayan y luego Av. México. Mi compañero se quedo en Bellas Artes y me tocó continuar por mi cuenta. La lluvia me hizo atravesar la Plaza Caracas para evitar un poco los chubascos. Resultado, mas agua, mas barro y mas diversión para el paseo. Es definitivo, estaba bautizado como ciclista urbano.
Extenuado en casa, deje la bici a un lado, preparé mi almuerzo y tomé un baño, resultado, un estimado de 55kms y un dolor en las piernas que me duró hasta 3 días después. 

Bici en la oficina

Otra de la bici en la oficina

Esperando que fuesen las 5pm

Otra ventaja de tener la bici plegable

Compañeros ciclistas

La bici posando

Compartiendo experiencias