sábado, 14 de septiembre de 2013

"Adicción"


Caracas, la ciudad en la que nací. La ciudad que desde pequeño tiene la firma de "llama cuando llegues a la casa". Peligrosa, ahora polarizada y muchas veces déspota y al parecer sin ningún animo de mejorar, salvo en el ánimo e iniciativa de algunos pocos, que consideran que se debe pelear por lo que se quiere.

Muchas veces, me considero uno de esos, de los que quiere pelear por lo que queremos, lo que queremos como sociedad y de lo que queremos hablar a otras personas cuando cruzamos las fronteras y por que no, lo que queremos leer en las noticias cada mañana, la firma en los noticieros web internacionales.

Hace un par de años que ya no tengo carro, básicamente por que el mismo fue desvalijado dos (2) veces y robado otras tres (3) y por que se me iban mas de 4 horas al día montado en él. Mes y medio al año montado en el carro, para hacer las matemáticas completas. Recuerdo, en los primeros meses que lo tuve, un día cualquiera no quiso prender, me tuve que ir a la casa a dejar el frontal del reproductor y llevar mi cara de depresión al metro de caracas por que no me había podido ir en carro ese día. Que adicción y dependencia tan palurda esa que tenemos por el carro, si, esa que a cualquier sitio queremos ir en él, sin considerar lo complicado que pueda ser, por no saber donde parar, por que a pesar de que sabes de que te vas a calar horas de cola, aún así, te quieres ir en el carro. Claro, la gasolina barata ayuda pero ¿Y los costos del capricho? Si hay metro, se puede llegar, evidentemente, hay casos de excepción. 

Salimos en carro y es una extensión de nuestro hogar, nos sentimos cómodos, escuchamos música, conversamos irresponsablemente por teléfono mientras manejamos. Por que nos creemos mas capaces que otros de poder hacerlo y nos quitamos la responsabilidad con orgullo. Somos como el perro agresivo en brazos del amo. Ajustamos el aire acondicionado cuando justamente, vemos a un "Imbécil" atravesado en la calle con un cartel que no tengo ni idea de que dice, pero de seguro será alguna tontería. Le tocamos corneta, lo insultamos e incluso le lanzamos el carro de forma amenazante por que NECESITO pasar. Necesito llegar al próximo semáforo que, sabemos va a cambiar a rojo, y cuando llegue a él esperaré uno 60 o 45 segundos a que cambie a verde (aunque a veces esto no sea un impedimento), en lugar de tomarte un par de segundos para agarrar el volante que te están ofreciendo y al menos ver si puede llegar a afectarte. Tampoco consideramos que a quien tenemos delante es un miembro de una familia y que tiene a alguien en casa esperándolo. no creo que haya mucha diferencia entre el que dispara alegremente y el que maneja de forma irresponsable, ambas, la pistola y el carro son armas mortales.


Que toda la ira e impotencia que genera el tráfico, del cual somos la parte mas esencial la descargamos como quien dice en criollo "Con el mas pendejo". ¿Y que culpa tiene el que está pintando la calle de el desinterés y apatía que representa invertir una cantidad de dinero importante en una obra que no servirá para nada? ¿Ninguna verdad? ¿Se justifica que en medio de una manifestación pacífica, donde se encuentran vecinos de la zona, personas mayores y demás, un irresponsable acelere su carro a riesgo de atropellar a alguno de ellos? Me molesta en demasía la actitud de la gente, tal vez, no estaré manifestando todos los días en la calle, pero tengo el don de la palabra y poco a poco desarrollo el don de la escritura.
Si, la calle está más peligrosa que nunca y sí, a todos nos da miedo hasta salir a la panadería de la esquina pero. ¿Que podemos hacer para combatir tal mal? No es que haya una guerra desatada en la calle principal de la urbanización donde vivimos y si, sabemos de noticias que preocupan a cualquiera pero la culpa no es ni tuya ni mía, ni del peaton que trata de caminar el poco espacio que le dejaste en el rayado peatonal. Mucho menos del ciclista que va por el medio del canal que acosas para que te deje pasar. No creo que la inseguridad se perciba como un estado mental, la paranoia tal vez, pero la inseguridad es un azar, que te pueda pasar en tu carro, en tu casa o en el Metro de Caracas. Lamentablemente esa es nuestra realidad y no debemos descargar nuestras frustraciones ni incomodidades con el ciudadano común que es víctma de los mismos problemas que tu.

El tráfico, ese del que somos/son víctimas es culpa de nuestra mentalidad, de nuestra mirada indiferente ante los proyectos que plantean a pesar de su innecesaria necesidad de ser elaborados. El capital invertido para dichas obras cuando no nos benefician en nada puede ser utilizado para mejorar nuestra calidad de vida, no solo para satisfacer "planes" incoherentes. 

La solución de movilidad en Caracas y en general en toda Venezuela no es algo que se pueda resolver en un par de acciones, pero si puede haber una acción que se pueda tomar a corto plazo y de muy alto impacto, es la de  un verdadero e importante "Cambio de Mentalidad". Empezando por nosotros y mas importante, dejarla como un legado importante para los que vienen.