viernes, 26 de abril de 2013

Diario de un aprendiz de mecánico... III

Cambios en el puño. A mi personalmente me gustan bastante
Ya aprendí a reparar frenos y limpiar la cadena, sobre todo a unirla (suenan fanfarrias). 
Hoy le toca el turno a los cambios.
Con la plegable, siempre huí de tocarlos, en especial por que los tornillos de ajuste están un poco inaccesibles. En las entregas anteriores no he dado muchos detalles técnicos de los componentes que he logrado "reparar". Para este caso hago una excepción.

Los cambios constan, a mi entender de tres elementos para su ajuste. Los tornillos de nivel del descarrilador trasero(Bajo y Alto), la guaya y el "nivel" del descarrilador. La teoría básica dice, tensar la guaya lo suficiente (quien sabe cual es la tensión requerida o cual proporción es la necesaria) y luego nivelar con los tornillos la altura del descarrilador referenciando los piñones. ¿Simple?
Si la bicicleta estuviese derecha, pudiese apreciar la alineación del descarrilador con  el piñon en cuestión
Tal vez después de leer el último párrafo, estes llevando el cursor para cerrar la página, pero momento, dame chance que te estoy ahorrando dinero.

Básicamente necesitas que el descarrilador haga lo que la palanca de cambios dice, eso si es simple. 

Seguí mi filosofía de hacer-como-diga-youtube y luego de ver un par de videos pensé. ¿Eso es todo? La arrogancia es una cosa seria, luego de unos 3 o 4 intentos en la bicicleta de ruta, los cambios siempre quedaban desajustados. Por lo que esta vez no funcionó la táctica de hacerlo por mi cuenta. La persona que me asistió con este tema, ajusto los cambios en 5 minutos ¿Lo que es saber no? Hasta ahora, no he tenido que tocar mas los cambios de esta bicicleta, pero un día curioso (el día siguiente de sufrir tratando de unir la cadena) noté que la plegable estaba pidiendo un ajuste importante en los cambios. Pensé: ¿Y ahora?

Bueno nada, a revisar y darle cabeza al asunto, descubrí que la clave (a mi entender) está en la guaya, no tiene la tensión suficiente, nada bueno va a pasar. Mi receta de cocina fué la siguiente:
-Ajustar con la guaya, el nivel del descarrilador  con el piñon mas pequeño, es decir, alinear.
-Cambiar a los otros piñones y justar el nivel del descarrilador con el piñon en cuestión utilizando la ruedita que nivela la guaya. 
-Probar el resto de los piñones, hasta llegar al más grande y si hace falta, ajustar con el tornillo de nivel (L o bajo) hasta que quede en el nivel necesario al llegar a la velocidad mas baja.
No es fácil, la verdad que este proceso, la última vez me llevo cerca de 3 horas. ¿Tres horas? Si, eso mismo, no es un proceso fácil pero, hasta ahora, ya llevo rodando dos (2) meses con la plegable sin ningún problema con los cambios.
Importante destacar que el ajuste del nivel del descarrillador es muy sensible, con un cuarto de vuelta por ajuste, está bien, aunque es netamente apreciativo (viendo como se va moviendo a medida que vas ajustando el nivel).

Nota: Nunca dije que ahorrarse el dinero de los ajustes, iba a ser fácil.

Descarrilador trasero y piñones. 



viernes, 19 de abril de 2013

Respeto para los ciclistas

Según Google, esta foto es de Caracas, pero NO puedo confirmar que así sea. 

Esto de ser ciclista requiere de tiempo. Sobre todo de dedicación. Afortunadamente, volver a mi "condición anterior" no ha sido tan complicado, poco a poco he retomado la capacidad que tenía antes. Como sabrán, vendí mi bicicleta de ruta (sniff sniff), si, de esa que me caí dos (2) veces y una con operación incluida. La verdad que la bicicleta me gustó mucho, pero la ciudad complica mucho las cosas y yo no deseo luchar contra ello, al menos no desde esa bicicleta.

Si, esto es un tema de pelear, no pelear de forma violenta, si no de sobre pasar los obstaculos que la decidia y la corrupción nos colocan de por medio. ¿Y a que viene esto? Bueno, aunque nunca ha sido ni será motivo de este blog, creo que tengo el derecho de reclamar el mal estado de las vías. No basta con esto último, que es el pan nuestro de cada día para los ciclistas urbanos, debemos tolerar a los imprudentes tras el volante. Es que cada día hay una anécdota nueva, que parece extraída de un libro de historias insólitas e inentendibles. 

Cierto sábado, salí a pedalear con un grupo de amigos y sin haber pasado no mas de 20 minutos de haber salido, en una vía con dos (2) canales un carro se nos posa muy de cerca, pretendiendo, supongo, que le cedamos el paso. Como suelo hacer, hago la seña con la mano de que pase adelante, evidentemente por el otro canal que estaba completamente desolado, ya que además, es una calle muy poco transitada. Cuando el vehículo nos rebasa, a la velocidad de la luz (si claro), veo que el conductor intenta decirme algo, a lo que no hago mayor caso y puedo notar, que el atorado (aka: imbécil) lleva ropa como de trotar o hacer deporte, en otras palabras, la ironía tras el volante. A ver, como rescato lo mejor de esta anécdota. Si se supone que vas a hacer deporte, podrías al menos mostrar un poco de respeto para quienes también queremos hacerlo. Fuera del caso de "fraternidad". Es muy dificil entender, que, como otro ciudadano más, tenemos el mismo derecho que tienes tu de circular por la calzada? ¿Sabes lo que significa "Limite de velocidad"? Si, me pase con la última, pero creo que es la joya de la corona de la imprudencia del Venezolano. Aquí andamos por la calle con nuestros carros como si estuviesemos en Daytona. No se respeta ningún límite de velocidad. ¿Saben lo peligroso que es eso? ¿Y que tal si fueses tu el que va por la calzada haciendo ejercicio? ¿Te gustaría que te acosaran con el vehículo?
Imagen tomada de http://r-evolucionandounrato.blogspot.com
Mas adelante y tratando de hacer caso omiso a la situación anterior, subiendo por el bulevar del cafetal. Otra vía "Expresa" con la que cuenta Caracas, la verdad que no se cual es el mejor escenario para el ciclista urbano de esta ciudad, una avenida llena de carros donde suele ser muy difícil pasar, aunque se logra ,o una avenida vacía donde debes estar muy pendiente que ningún carro te vaya a atropellar. Volviendo al tema, por este bulevar circulan un montón de carros, con una prisa que solo puedo atribuir a un problema intestinal. En nuestra lucha por mantener el canal, ocurre que, un poco mas adelante una, gran cantidad de vehículos están estacionados, algunos ocupando hasta más de un canal, la razón: Un mercado de víveres a los que todo muchos de la zona y adyacentes acude con su símbolo de estatus y poder. Yo digo, si vas a comprar dos zanahorias y una remolacha, es necesario hacerlo en la camioneta? ¿Sabías que tienes piernas? ¿Sabías que hay personas que colaboran para mejorar el tráfico y no contaminar en exceso por TU beneficio?
Ejemplo a seguir: Sandra Carrillo, haciendo mercado en su Bici. 

Yo se que este tema se ha tocado mucho en este blog y que podría llegar a aburrir, pero eso es lo que uno ve en la calle, de eso uno se lleva la anécdota para darle a conocer al que se quiere iniciar en esta aventura llamada "Ciclismo Urbano", muchas veces lo he dicho, esto no es un cuento de hadas. Muchas veces he llegado a pensar que si lograse hablar con algún de estos acosadores, le diría algo así como: ¿Que tal si fueses tu el que estuviese en la bicicleta?




viernes, 12 de abril de 2013

100% plegable

En el Laguito, esa subida no es nada fácil! ;)

Ya me estaba preocupando no tener un nuevo tema para escribir. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de tener distintos tópicos para el blog y no aburrirlos con los mismos temas siempre. Sin embargo, en mi letargo ciclístico, debido a la lesión, la musa de la inspiración se había unido a la inactividad, aunque desconozco sus razones.

Consegui un Blog de un ciclista español, que anda en una hermana mejorada de mi bicicleta (Tern Link p9) y cuyo autor, ha hecho lo que debí haber hecho yo durante mi corta carrera de ciclista urbano. Confíar en su plegable.

Como sabrán, tuve la oportunidad de adquirir una bicicleta de ruta, que me ha permitido de forma significativa, mejorar mis condiciones físicas. Abandonando, de forma importante a mi compañera portátil. Si, he deshonrado al nombre de este blog.

He estado considerando la opción de utilizar la plegable para todos los tipos de paseo, dejar la preocupación de no poder llevar el ritmo cuando salga en grupo y demostrar que la plegable esta hecha para cosas grandes.

Luego de leer varias entradas del blog del compañero español, recordé algunas anécdotas que omití de contar en el blog, tratando de, comenté inicialmente, variar un poco los temas.

Primera:
Era ya como la 5ta vez que salía a pedalear con la plegable, por allá por el mes de Agosto, me llevaron al paseo los próceres, para hacer varias vueltas al circuito y aprovechar del espacio, para que mi esposa se reencontrará con la bicicleta. Nos la turnamos por ratos y en uno de esos, decidí darle "con todo" por el circuito de aproximadamente 4km que tiene este espacio recreacional. En la segunda vuelta, había agarrado ritmo, me mantuve entre la 7 y la 8va velocidad, aprovechando que casi todo es plano y que no debía preocuparme por otra cosa que no fuese mantener el ritmo en cuestión. Sin darme cuenta, tenía compañia, un señor de avanzada edad estaba aprovechando mi ritmo para el evitar la resistencia del viento y así se mantuvo durante varias vueltas pegado a la rueda, al principio me incomodó, pero después caí en cuenta de lo genial que era esto. El señor llevaba una bicicleta de carrera, que, en teoría, debería tener una gran ventaja sobre la enana, respecto a los desarrollos (platos, piñones, tamaño de la rueda y posición al pedalear), sin embargo, ahí ibamos, yo presumiendo de mi bicicleta, él, tomando gran ventaja. Evidentemente, el venía a un ritmo mas bajo que el mío, por todo esto que mencione previamente, pero de que la plegable corre, no es cuento. En criollo, la bici "Aguanta la pela". Ahora quedará tener las condiciones para ir a correr con la pequeña en los próceres, en plan mas deportivo.

Segunda:
Creo que fue mi primer paseo "largo". Casi unos 25 km (ya ahorita voy por los 80km), si, yo se, no es gran cosa, pero recuerden que comencé con 7km y llegaba molido a la casa. Salimos de la Paz, un grupo conformado por mi hermana y unos amigos de ella. Fue gracioso ver sus caras cuando vieron la bicicleta, creo que debería hacer una especie de "Mugshots" para los que no conocen las bicicletas plegables, sería chistoso. La meta era, llegar a los próceres, de allí decídiríamos la ruta del retorno. El grupo estaba conformado por puras bicicletas MTB, todas con cauchos todo terreno, que parecieran emular un cargamento de 40kg a cada ciclista. La mayoría del tiempo y sin hacer mucho esfuerzo me tocaba pararme a esperar el grupo (ay si, el presumido) pero realmente no lo hacía con esa intención. Tanto en plano como en las subidas la bicicletita se desplaza como toda una "nave", no se intimida ni se cohibe, en otras palabras, se las trae.

 Y así, se fue el paseo, fue uno de los recorridos fue el comienzo de mi "carrera" como ciclista urbano, habíamos hecho una ruta que nos parecía imposible al principio y definitivamente, la pequeña bici, que se dobla en tres (3) partes para meterla al metro, tiene sus dotes que no dejan nada a la imaginación.

Hay que estar claro que tiene sus desventajas, pero creo que antes de tener una pesada montañera o seguir con la de ruta esquivando huecos y alcantarillas, prefiero seguir con mi bicicleta plegable.

viernes, 5 de abril de 2013

"Caracas tuvo su Fiesta de la Plegable"

Bajando del Laguito

Un día 24 de Enero, habiendo sido operado el día anterior (leer reseña aquí si es de su interés) planifique este evento, la verdad que pensé que iba a tener "holgura" en lo que a la recuperación respecta, ni noté que casualmente la fecha fijada era dos (2) meses exactos desde el día de mi intervención quirurgica. Con un poco de dudas, faltando escasas dos (2) semanas para la magna fecha, llegué justo a tiempo para volver a mis andanzas.

Había olvidado los momentos geniales que me regala mi bicicleta plegable, la verdad es que es todo un lujo tenerla. La fiesta de la plegable resultó todo un éxito. Fueron 7 ciclistas con bicicletas plegables y un total de 25 más los que se anotaron en el camino, que durante algunos tramos, aprovecharon la avalancha de  bicicletas, para huir del agresivo conductor. 

El día comenzó a las 8am, saliendo de mi casa con la bicicleta a cuestas rumbo a los Dos Caminos, allí, nos ibamos a encontrar con un amigo que recién está llegando a la ciudad y que muchas veces se ha perdido tratando de encontrar un sitio de distracción en la muy mal señalizada capital de Venezuela. Como no puedo rodar mucho todavía, decidí tomar su oferta de regresar a casa en su carro, ya que estoy fuera de forma. Cerca de las 9am los estaba guiando (a mi amigo y a su novia) al estacionamiento donde iban a dejar el carro, donde el encargado del mismo, de forma muy "amable" me abordó para decirme que mi bicicleta no podía entrar en el estacionamiento. No tenía ganas de discutir, así que no le hice mucho caso a su comentario, esperé afuera a mis amigos que iban a sacar las bicicletas del carro para emprender camino al punto de encuentro.

Esperando a mis amigos para la salida

Unos veinte (20) minutos después, ya estabamos sobre el muy caluroso asfalto caraqueño, vaya que estaba haciendo calor. Pasamos por una panadería para comprar desayuno y cerca de las 10:10am estabamos en la plaza, donde algunos ciclistas ya se habían congregado. Fueron llegando por pequeños grupos, hasta que perdí la cuenta de cuantos eran. Yo esperaba entre  diez (10) y quince (15) ciclistas, pero la cuenta llegó a veinticinco (25)!

Ya esperando al resto
Nos tomamos la primera foto del evento oficial, en el obelisco y aproveche la congregación para explicarles la ruta y algunas sugerencias que tenía para la rodada, que por cierto, fueron muy bien aceptadas. Que buen grupo fué, debo agregar!

Listos para la acción

¡Explicando la ruta!
Así comenzaron lo que yo pensaba eran  veinte (20) km y terminaron siendo treinta (30) km. Nos mantuvimos por muchos trayectos, unidos, como un solo ciclista, como un ciclista de veinticinco (25) bicicletas de longitud, aislados de las imprudencias de los vehículos motores (mas no de la contaminación), muchos vehículos, al menos la mayoría se mantuvieron bastante dispuestos a darnos paso, a colaborar para que el grupo no se rompiera, esto, para mí, fue lo mejor de la jornada. Si bien la convocatoria fue para reunir a los ciclsitas plegables de la ciudad, considero que el verdadero valor de la rodada fué la de experimentar una buena rodada en grupo, siempre unida y dispuesta a mantener el orden, utilizando un solo canal completo cuando había mas de un canal y haciendo fila india cuando no había mucho espacio. Todos siempre estuvieron atentos a mis instrucciones y sin esperarlo, la voz del grupo comenzaba con la mía (no esperaba esto) y se iba propagando con los demas ciclistas, hasta que ninguno se quedaba sin saber cual era el próximo paso.

La ruta fué perfecta, sin muchos esfuerzos importantes y a pesar del calor, todos llegamos sanos y salvos, con mucha sed y el agua ya a temperatura de hervido de gallina por el inclemente sol, llegamos a nuestra meta. Celebramos un poquito más y luego cada quien tomó su camino, salvo mis amigos recien llegados a Caracas y otro ciclista (Erick) que llevaba nuestro rumbo, hicimos practicamente en un solo intento, el camino de regreso.

Debo agregar, nuevamente, lo grato que fue para mí regresar a las andanzas "oficialmente", ya que si bien, había salido un par de días antes, para ir perdiendo el miedo y superar el famoso "estress post-trauma" el regreso oficial fue por todo lo alto, con buena compañia, con una excelente rodada y una jornada digna de repetir. 

Agradezco formalmente a todos los que asistieron, colaboraron y difundieron el mensaje, a los que fueron desde muy lejos y a las chicas plegables Braidys y Endrina que siempre estuvieron pendientes. Hay mucho por hacer para que el ciclismo urbano, el que transforma (como me dijeron por twitter el otro día) siga creciendo y tomando espacio en nuestra tan contaminada y descuidad ciudad.

Nota: Agradezco la forma en que el colectivo de las Bicimamis (@Bicicmamis_ccs) mencionó el evento vía twitter, el cual aproveché para titular esta entrada. 


¡Llegamos!

¡El sol inclemente!

No mas fotos, queremos sombra

Las protagonistas

¡Todas las bicicletas plegadas!

De regreso!


lunes, 1 de abril de 2013

"Heridas de guerra"

No estaba seguro de la nueva ruta, así que fui poco a poco y preguntando llegué!

La vida nos da lecciones importantes, mucho he hablado mal de los motorizados en Caracas, pero seamos honestos, generalizando y conscientes de este "pecado" ¿Quien no lo piensa así? Irónicamente, fue uno el que me ayudo el día que tuve el accidente. Fue quien apareció solo segundos después de la caída y fue quien vió al que posteriormente se llevaría mi bicicleta para cuidarla y devolvermela entera sin ningún tipo de inconveniente. Por un momento me sentí como en el Tour de francia, pero sin la bicicleta de repuesto y con la imposibilidad de seguir rodando. Eso que llaman "estress post-traumático" es una cosa seria, el episodio se ha repetido múltiples veces en mi cabeza desde entonces, pero ya con menos frecuencia.
2da salida, agarrando un poco más de confianza

Ahora, con un brazo izquierdo en recuperación, la movilidad y fuerza mejorada y una cicatriz de aproximadamente centímetro y medio, estoy muy cerca de volver al ruedo. Muchos me preguntan si después de la caída volveré a pedalear, la respuesta es simple: CLARO! 

No fue nada fácil, ir por una segunda opinión, luego de que el primer médico que me atendió, me colocó un yeso que me torturo el brazo por un par de días y sin dejarme dormir durante la mayoría de ese tiempo,  para luego escuchar "Te tenemos que operar mañana a primera hora". Salí como en shock de ese consultorio, me negaba rotundamente a pasar por algo como eso, pero no era mi decisión, era algo que me tocaba y tenía que hacerlo. Solía pensar que la parte complicada de tener una fractura era la operación, pero ahora que pasé por eso, me rió de mi inocencia. Si al caso vamos, la operación es un abrir y cerrar de ojos, en un momento estas bromeando con la enfermera y al otro ya te fuiste al sueño inducido mas profundo que hayas tenido en tu vida (al menos en mi caso). La "peor" parte paso, despiertas muy soñoliento, preguntas si todo salió bien, otra enfermera que no habías visto antes te dice "Si estás aquí es por que todo salío bien", intento reír pero el sueño y la satisfacción de saber el resultado no me lo permite. Excasamente recuerdo como me llevaron a la habitación, vi la cara de mi esposa y mi mamá preocupadas, no se cual lo estaba más y despierto de una siesta como de 2 horas para entrar "en calor". Sin darme cuenta el cuarto esta lleno de personas, los familiares mas cercanos y unos compañeros de trabajo que me llevaron un regalo para darme ánimos. Contrastando la preocupación, mi actitud fué inesperada, tenía la certeza de que todo había salido bien y que era cuestión de tiempo para estar de vuelta en la bici, pero me quedaba un largo recorrido para llegar hasta allá. 

Tengo que admitirlo, hay algo de todo esto que me gustó, me agrada pensar que, en argot criollo, salí barato. Una fractura mínima en la cúpula radial. Mucho antes de que el motorizado me preguntara "Chamo que te paso", regresaba de un pequeño paseo al hatillo, saliendo desde Caricuao, como a eso de las 5pm. La bici me venía fallando desde que iba subiendo por la Boyera, pero logré pedalear sin inconvenientes. Ya de regreso, por los chaguaramos la cadena estuvo a punto de salirse, pero al estar prevenido, me detuve para hacer el ajuste necesario. Y así me fuí hasta Montalban, donde lo que quedaba debía hacerlo solo. No se si iba predispuesto a que me pasara algo, no lo sé, pero lo que si sé es que lo que menos me preocupaba era caerme. Me preocupaba pincharme en medio de la autopista, donde los carros parecieran ir a la velocidad de la luz, sin ningun tipo de asistencia vial y expuesto a hampa desbordada. También me preocupaba un poco el inconveniente con el cambio pero nada de eso pasó. Un simple descuido, un segundo de tu atención es la diferencia entre seguir adelante o aterrizar con tu codo izquierdo y mano derecha. ¿Como diablos aterrizas con el codo? Me comento un compañer ciclista recientemente. Aterrizas con el codo cuando el volante se desvía hacia tu mano derecha y ya no tienes nada que hacer. No existe tal cosa como "saber caer", no me venga con esas patrañas, puede que tengas tiempo de reaccionar, como pueda que no. La parte que me ha gustado de todo esto es que, si no te caes como es debido, no tendrás nada que contar en unos años, o por que no, en los siguientes días, debe ser algo así como ir a la guerra y no tener ninguna anécdota que contar. Es parte de todo, quien sabe, si no me hubiese distraído y caído, que hubiese pasado? No necesariamente hubiese llegado directo a mi casa. Nunca lo sabré. 

Escribo esto a poco más de 1 mes de haberme caído, en pleno proceso de recuperación y espero, que el día que lo publique sea el día que me vuelva a montar en la bici, donde mostraré una foto de regreso a la bici. 
Gracias por leer, por entrar al blog, por comentar y sobre todo por pedalear!

Ya de vuelta #AlTrabajoEnBici


"Es facil de llevar, decían"

Allá voy!

Saludando a "Princesa"


En la oficina, trabajando!